La Xylella Fastidiosa es una bacteria fitopatógena que representa una amenaza significativa para la agricultura en la península Ibérica, afectando a cultivos leñosos como el olivo, la vid y el almendro. Investigaciones recientes han evidenciado que la península Ibérica es particularmente vulnerable a la dispersión de esta bacteria debido a su clima templado, que favorece la expansión bioclimática del patógeno. La propagación de la Xylella fastidiosa se ve facilitada por insectos vectores que se alimentan del xilema de las plantas y por el comercio de material vegetal infectado. La incidencia de esta bacteria en las Islas Baleares y su potencial distribución en la península sugieren un riesgo elevado para la agricultura regional, especialmente en cultivos de gran valor económico y cultural.
La «Xylella fastidiosa» es una bacteria devastadora que ha causado estragos en cultivos de importancia económica y ecológica, como olivos, almendros y viñedos, especialmente en regiones mediterráneas. Investigaciones recientes han puesto de manifiesto la influencia del cambio climático en la propagación de esta bacteria, destacando cómo el aumento de las temperaturas globales puede alterar los patrones de infección y expandir el alcance geográfico de la epidemia. Un estudio liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universitat de les Illes Balears ha empleado técnicas avanzadas para analizar la evolución de la bacteria durante las últimas dos décadas, revelando que un incremento de más de 3 grados en la temperatura media global podría marcar un punto crítico en el riesgo de expansión de la enfermedad hacia el norte de Europa.
El clima juega un papel crucial en la viabilidad de las enfermedades de las plantas, y temperaturas más cálidas podrían favorecer brotes epidémicos más severos. El insecto «Philaenus spumarius», conocido comúnmente como chicharra, ha sido identificado como el principal vector de transmisión de la «Xylella fastidiosa». Este patógeno, que obstruye los conductos y tejidos vegetales, ha sido responsable de la muerte de millones de plantas y de pérdidas económicas significativas, en olivares de la región de Puglia (Italia) así como en el sector vitivinícola de California, donde provoca la enfermedad de Pierce en las vides.
En Europa, la detección de la bacteria se remonta a una década atrás, y hasta entonces, se consideraba un patógeno restringido al continente americano. La adaptación de la bacteria a diferentes condiciones climáticas y su potencial de propagación bajo diversos escenarios de calentamiento global plantean desafíos significativos para la agricultura y la seguridad alimentaria. Los modelos proyectados sugieren que, con un aumento continuado de las temperaturas, la enfermedad podría distribuirse más ampliamente, afectando a nuevas áreas y poniendo en riesgo cultivos adicionales.
En la península Ibérica, la Xylella fastidiosa continúa siendo una preocupación significativa con impactos devastadores en cultivos leñosos como olivos, vides y almendros. Recientemente, un equipo de científicos liderado por la ingeniera Blanca Landa ha emprendido un proyecto internacional para combatir esta bacteria, que ha sido comparada con un «Chernóbil vegetal» debido a su capacidad para arrasar con regiones enteras de cultivos.
En Portugal, se ha reportado la primera detección de la bacteria en cítricos dentro de la Unión Europea, lo que indica una expansión del patógeno.
Síntomas de la Xylella en hojas
Los síntomas de la infección por Xylella fastidiosa varían según la especie vegetal hospedante, pero generalmente incluyen signos de estrés hídrico como marchitez y decaimiento generalizado. En casos más graves, se observa la seca de hojas y ramas, y eventualmente, la muerte de la planta. Otros síntomas comunes son la clorosis internervial o moteado en las hojas, que indican deficiencias de minerales. Un síntoma distintivo es el quemado de la hoja o brotes, donde una parte verde se seca repentinamente, volviéndose marrón mientras los tejidos adyacentes permanecen amarillos o rojos. La desecación puede extenderse rápidamente, causando el marchitamiento total y la caída de la hoja.
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En el olivo, también se ha observado un oscurecimiento de los vasos del xilema al realizar un corte transversal de los mismos. Es importante destacar que «Xylella fastidiosa» puede encontrarse en estado latente en muchos hospedantes sin manifestar síntomas, lo que representa un desafío para su detección y control.
La propagación de «Xylella fastidiosa» entre las plantas se produce principalmente a través de dos vías: la transmisión por insectos vectores y la multiplicación vegetativa de material vegetal infectado. Los insectos vectores, como la chicharra espumadora «Philaenus spumarius», juegan un papel crucial en este proceso. Estos insectos se alimentan del xilema de las plantas, y al hacerlo, pueden adquirir la bacteria y transmitirla a otras plantas sanas durante su alimentación. La bacteria se multiplica dentro de los vasos del xilema, obstruyendo el flujo de savia y provocando los síntomas característicos de la enfermedad.
Gestionar los vectores de la Xylella
Una táctica frente a la plaga es reducir la atracción del cultivo para el insecto mediante prácticas culturales que promuevan un crecimiento equilibrado de las plantas, evitando un vigor excesivo que pueda atraer a los vectores. Esto incluye una gestión adecuada de la poda, la fertilización y el riego.
Además, se están investigando y desarrollando métodos de control biológico, que incluyen el uso de enemigos naturales de los vectores, como depredadores, parásitos y patógenos, que puedan reducir la población de vectores de manera sostenible y respetuosa con el medio ambiente. La investigación también se centra en la identificación de resistencia natural en las plantas hospedantes, lo que podría llevar al desarrollo de variedades de plantas que sean menos susceptibles a la infección o que no permitan la transmisión de la bacteria por parte de los vectores.
Medidas de control para evitar la propagación dentro de la Unión Europea
La Comisión Europea ha establecido un protocolo de actuación frente al plaga, que se declina en:
Establecimiento de la zona demarcada
La zona infectada tendrá un radio mínimo de 50 m alrededor de la planta infectada por Xylella. La zona tampón tendrá una anchura mínima de 5 km en el caso de los brotes sujetos a medidas de contención, de 2,5 km en el caso de los brotes sujetos a medidas de erradicación y de 1 km en el caso de los brotes aislados en los que no se haya producido una propagación natural y se hayan adoptado inmediatamente medidas de erradicación.
Medidas de erradicación
Las medidas de erradicación se aplican a cualquier brote de Xylella fastidiosa, con excepción de las zonas infectadas en las que se autorizan medidas de contención (por ejemplo, al sur de Apulia, Córcega y Baleares).
Dentro de la zona infectada, deben eliminarse todas las plantas infectadas o sintomáticas. También se retirarán las plantas que pertenezcan a la misma especie que la planta infectada u otras. Todas las demás plantas hospedadoras en la zona infectada de 50 m deben ser muestreadas y analizadas para detectar la presencia de la bacteria.
Medidas de contención
Las medidas de contención son aplicables al sur de Apulia (Italia), Córcega (Francia) y Baleares (España), ya que la bacteria está ampliamente establecida en esas zonas y la erradicación no sería factible.
Se establecerá una vigilancia intensiva y la retirada inmediata de al menos los vegetales infectados. Dentro de la zona tampón de 5 km, se aplican las mismas disposiciones que las presentadas en las medidas de erradicación.
Plantación de vegetales especificados en la zona infectada
En primer lugar, esos vegetales especificados se cultivan en sitios de producción a prueba de insectos libres de Xylella y sus vectores.
En segundo lugar, estos vegetales especificados pertenecen preferentemente a variedades consideradas resistentes o tolerantes a Xylella y se plantan en las zonas infectadas sujetas a medidas de contención.
En tercer lugar, los vegetales especificados pertenecen a la misma especie de vegetales que han sido sometidos a pruebas y declarados libres de Xylella sobre la base de los dos últimos años de campaña de seguimiento y se plantan en las zonas infectadas objeto de erradicación.
Desplazamiento de vegetales dentro y fuera de las zonas demarcadas
Se aplican requisitos estrictos para el traslado de vegetales especificados fuera de las zonas demarcadas y de las zonas infectadas a zonas tampón.
Este movimiento solo se permite si cumplen determinadas condiciones, por ejemplo, si se cultivan en condiciones protegidas, se toman muestras y se someten a pruebas antes del movimiento, y se aplican requisitos de trazabilidad.
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La conferencia internacional sobre Xylella fastidiosa del CSIC y el MAPA junto a Bexyl Project y CYTED – Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo / Iberxyfas en el que se presenta una década de investigación, abordando los desafíos y perspectivas futuras en la investigación para mitigar su impacto.
La implementación de estas estrategias requiere una colaboración estrecha entre investigadores, autoridades agrícolas y agricultores para asegurar que las medidas sean efectivas y se apliquen de manera coordinada. Desde ZERYA Producciones sin Residuos S.L. consideramos que la educación y la concienciación sobre la enfermedad y sus vectores son fundamentales para el éxito de los programas de control, ya que permiten la detección temprana y la adopción de prácticas de manejo adecuadas. Con el cambio climático alterando los patrones de enfermedades de las plantas, la adaptación y mejora continua de las estrategias de control son esenciales para proteger la agricultura y la biodiversidad frente a la amenaza de «Xylella fastidiosa».
En ZERYA nos dedicamos a garantizar tanto una agricultura sin residuos de pesticidas como regenerativa, dos prácticas que benefician al medio ambiente y a la salud de las personas. Al apostar por nuestros manejos de cultivos contribuimos a un impacto positivo en los cultivos y los alimentos que llegan a nuestras mesas.
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