
Por el Dr. Antonio Alcázar, Doctor en Ingeniería Agrícola con especialidad en Fitopatología y Fundador de ZERYA®
Portugal, con su vocación agrícola y la creciente intensidad de fenómenos meteorológicos extremos —desde sequías prolongadas hasta olas de calor y lluvias torrenciales—, se enfrenta a un escenario de creciente estrés en sus ecosistemas agrícolas. Este estrés abiótico, sumado a la presión de plagas y enfermedades, requiere una reevaluación de nuestras estrategias agronómicas. En ZERYA®, entendemos que la nutrición vegetal trasciende el mero aporte de elementos para el crecimiento; es un pilar fundamental en el control de la fitopatología y la inducción de la resiliencia.
«La nutrición vegetal trasciende el mero aporte de elementos para el crecimiento; es un pilar fundamental en el control de la fitopatología y la inducción de la resiliencia.» A. Alcázar, Fundador de ZERYA®
La nutrición como pilar del control fitopatológico
Una nutrición equilibrada no se limita a la cantidad, sino también a la biodisponibilidad y la proporción correcta de cada nutriente. Una planta nutricionalmente optimizada es una planta «informada», capaz de movilizar sus defensas naturales y gestionar los impactos ambientales de forma más eficaz. Nuestra investigación demuestra que un manejo nutricional preciso ofrece beneficios que van más allá del rendimiento:
• Longevidad y calidad poscosecha: Las plantas con un perfil nutricional robusto producen frutas y hortalizas con mayor integridad celular, lo que se traduce en una vida útil significativamente más larga, reduciendo las pérdidas y aumentando la rentabilidad.
• Diagnóstico y prevención de fisiopatías: Muchas fisiopatías, como el bitter pit o la necrosis apical del tomate, están directamente relacionadas con desequilibrios nutricionales, especialmente desequilibrios de calcio. El análisis nutricional predictivo permite una corrección oportuna, evitando pérdidas significativas.
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• Inmunidad vegetal mejorada: Nutrientes específicos actúan como cofactores enzimáticos en las vías metabólicas que producen compuestos de defensa (fenoles, fitoalexinas), aumentando la resistencia de la planta a los ataques de patógenos e insectos.
Descubriendo los mecanismos: nutrición y respuesta al estrés
Nuestros estudios de campo y laboratorio han identificado relaciones cruciales entre el manejo de macronutrientes y la capacidad de la planta para resistir el estrés:
1. El equilibrio Calcio-Magnesio (Ca/Mg): base de la integridad estructural y la respuesta al estrés
El calcio (Ca2+) desempeña un papel insustituible en la formación y estabilización de la pared celular y la membrana plasmática, proporcionando rigidez y selectividad. Es un mensajero secundario en las vías de señalización que activan las respuestas al estrés, regulando la apertura estomática y la respuesta a patógenos. El magnesio (Mg2+), a su vez, es el átomo central de la molécula de clorofila, esencial para la fotosíntesis y la producción de energía (ATP).
Consejo útil:
Un desequilibrio, como una deficiencia de Ca, puede comprometer la integridad de los tejidos vasculares y xilemáticos, haciendo que la planta sea particularmente susceptible a enfermedades de la madera (p. ej., citosporiosis en frutales de hueso) y al estrés hídrico. La relación Ca:Mg ideal en la hoja puede variar, pero una relación de 2:1 a 4:1 suele optimizarse, dependiendo del cultivo, lo que promueve una estructura celular robusta que resiste la penetración de patógenos y el colapso tisular bajo estrés.
2.Manejo crítico del nitrógeno (N): Más no siempre es mejor
El nitrógeno (N) es vital para el crecimiento vegetativo, siendo un componente clave de proteínas, enzimas y ácidos nucleicos. Sin embargo, nuestros datos revelan que la importancia de aumentar el nitrógeno por encima del 10 % (en materia seca foliar) está directamente relacionada con una mayor susceptibilidad de los cultivos al desarrollo de plagas y enfermedades vasculares.
Mecanismo: El exceso de nitrógeno produce un crecimiento vegetativo exuberante, con tejidos más tiernos y una mayor concentración de aminoácidos libres en la savia. Esta condición crea un entorno nutricional ideal para plagas chupadoras, como los pulgones, y favorece el desarrollo de enfermedades vasculares, ya que los patógenos pueden colonizar con mayor facilidad los vasos de la planta.
Optimizar los niveles de nitrógeno, evitando picos excesivos, es, por lo tanto, una estrategia preventiva crucial. La «fórmula» aquí no es cuantitativa en su aplicación, sino en su manejo: N óptimo = N para un crecimiento robusto – N que induce fragilidad.
Consejos prácticos para el agricultor
- Análisis periódicos: Realice análisis de suelo y foliares (al menos anualmente) para mapear el perfil nutricional de su cultivo. Esta es la «fórmula» más importante para una nutrición de precisión.
- Fertilización balanceada: Evite la fatiga del suelo debido a la aplicación repetida de los mismos fertilizantes. Elija programas de fertilización que consideren las proporciones de nutrientes (Ca:Mg:K, N:P:K) y las necesidades específicas del cultivo en cada etapa fenológica.
- Gestión integrada del agua: La disponibilidad y la calidad del agua influyen directamente en la absorción de nutrientes. Una gestión eficiente del riego está intrínsecamente ligada a la eficacia del programa nutricional.
- Adopte la agricultura inteligente: Las herramientas digitales para calcular las necesidades nutricionales y desarrollar planes de fertilización personalizados, como CropApp desarrollada por ZERYA® que permite optimizar la aplicación de nutrientes, reducir costes y minimizar el impacto ambiental.
Tabla de orientación nutricional para la resiliencia de los cultivos.
Nutriente clave | Función primaria en la resiliencia de las plantas | Notas y consejos para el agricultor |
---|---|---|
Calcio (Ca) | Integridad de la pared celular, señalización de estrés, firmeza del fruto, resistencia a enfermedades. | Esencial para prevenir la podredumbre apical y el manchado amargo. Monitorizar la relación Ca:Mg en el tejido foliar (idealmente de 2:1 a 4:1, según el cultivo). Su deficiencia compromete la estructura y la resistencia a patógenos. |
Magnésio (Mg) | Componente de la clorofila, esencial para la fotosíntesis y la producción de energía. | Vital para la eficiencia energética de la planta, crucial para las respuestas de defensa. Asegurar su disponibilidad en equilibrio con el Ca y el K. |
Nitrógeno (N): | Crecimiento vegetativo, componente de proteínas y enzimas. | Crítico: Niveles superiores al 10 % (en materia seca foliar) pueden aumentar la susceptibilidad a plagas (p. ej., pulgones) y enfermedades vasculares. Optimizar la aplicación para un crecimiento vigoroso pero equilibrado, evitando el exceso. |
Potasio (K): | Regulación hídrica, apertura/cierre estomático, resistencia a la sequía y a las heladas. | Aunque no es el foco principal aquí, el K es vital para la tolerancia al estrés abiótico y el transporte de azúcar, lo que impacta la calidad y la recuperación posterior al estrés. |
Nota: Los valores de la tabla son orientativos. La determinación de los requisitos exactos debe basarse en análisis de suelo y foliares específicos para cada cultivo, suelo y condiciones climáticas locales.
Invirtiendo en nutrición de precisión
En un panorama agrícola cada vez más complejo en Portugal, la nutrición de precisión se convierte en clave para la resiliencia de nuestros cultivos. Al comprender y aplicar los principios de una nutrición equilibrada, centrándonos en la función del calcio, el magnesio y la gestión estratégica del nitrógeno, podemos preparar nuestras plantas para afrontar el estrés y las enfermedades de forma más eficaz. Es una inversión en la salud del suelo, la vitalidad de las plantas y, en última instancia, en la sostenibilidad y la rentabilidad de la agricultura portuguesa.